La Mota de Tres Palacios es el escenario donde aparece el primer cuerpo |
Aunque ahora el hombre estaba tendido en el suelo, había sido encontrado sentado sobre su mesa de trabajo de la biblioteca de Altamira, de espaldas a la puerta. Iba vestido con unos vaqueros y un grueso pero confortable jersey de lana azul; no había nada siniestro en su indumentaria ni en su gesto, salvo porque no respiraba y porque parecía como dormido, con ese aspecto bobo que da el sueño profundo. O conocía a su agresor y estaba tan tranquilo dándole la espalda, o bien este lo había pillado por sorpresa y lo había eliminado de forma violenta y rápida.
Múgica se alejó del cadáver para tomar perspectiva y observó el cuerpo. No, aquel joven no había muerto por un espasmo de laringe, como el individuo del pantano. Ni había sido envenenado como Wanda Karsávina, o al menos carecía de síntomas para deducir tal cosa. Aunque no siempre resultaba fácil detectar un envenenamiento. Hasta con la muerte del mismísimo Mozart había habido una gran controversia, aunque estaba bastante claro que había fallecido intoxicado por un medicamento contra la depresión. ¿Le habrían dado al genial Wolfgang Amadeus aquella composición de sales de mercurio y antimonio de forma inocente? ¡Cuántos antiguos misterios podrían resolverse con la ciencia moderna!
—¡Menudo sitio para morir! —exclamó Riveiro, que parecía estar más interesado por estudiar la singular biblioteca en la que se encontraban que por observar el cadáver. El escenario era, sin duda, inusual.
Un lugar a donde ir
Maria Oruña
Destino, 2017