sábado, 9 de septiembre de 2017

Volver a Canfranc

El pico Balaitús, tristemente célebre este verano
Así era siempre. En cuanto tenía un deseo le surgía a la par la manera de alcanzarlo, encontraba siempre atajos como le sucedía con el camino hacia Canfranc; además del túnel de Somport que horadaba la montaña, parecía que había otro exclusivo para él y su caballo por el que transitaba sin ser visto, en un recorrido de ida y vuelta en el que apenas ocupaba una hora por trayecto. Tenía un mapa de aquella orografía tan interiorizado que parecía que se correspondía con las líneas de las palmas de sus manos: conocía los pasos, las gargantas que le permitían dejar de lado las pistas principales, ascendía y descendía con Farsante como si ambos fueran uno de tan compenetrados que estaban. Sabía por qué vados cruzar el río. Se deleitaba en aquellos recorridos durante los que se sentía hijo de esos picos, sobre todo del poderoso Balaitús o Marmuré, del que se contaban muchas leyendas. Su preferida era una que hablaba de su origen. Decía que antes de convertirse en una mole de roca era el dios de los Pirineos, el que manejaba las tormentas y los rayos. Se enamoró de Cubella, la hija de los dioses menores Anaye y Arafia, quien lo rechazó como había hecho con todos sus pretendientes anteriores porque quería vivir con su familia y cerca de los animales del bosque. Balaitús intentó raptarla, pero ella llamó a todas las hormigas de la Tierra que la cubrieron. Cuando él se alejó, horrorizado por la visión de su cuerpo, ella quiso guardar a los insectos en su interior como agradecimiento por salvarla y se atravesó el corazón con un puñal. Su pecho se convirtió también en piedra, en la Peña Foratata o agujereada. Desde las laderas de esta montaña dicen que aún se escuchan dentro del macizo hueco los latidos de Cubella y que como las guardó a todas dentro de sí no hay hormigas en todo el valle. Desde entonces el gigante de granito Balaitús tiene que conformarse con contemplarla de lejos. Pero su pasión no la enfrían ni los glaciares que lo cubren.

Volver a Canfranc
Rosario Raro
Planeta, 2015

1 comentario:

  1. Un libro situado en Canfranc y Jaca y que cuenta la historia real de una "resistencia" formada por habitantes del lugarque operó durante el nazismo, dando esperanza a judíos y fugados del régimen de hitler. Una historia curiosa que no conocía y me ha gustado hacerlo.

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