Apenas se podía creer que su familia estuviese teniendo aquella hemorragia de dinero para aburrirse espantosamente por aquellas ningunas partes de la migración americana. Tanta carretera y tan pocos sitios, tanta efusividad y tan poca intimidad, tanto sabor y tan poco gusto. Anhelaba estar otra vez con los niños en Londres, alejarse de las prisas superficiales de América y regresar a la densidad de la vida corriente.
Leche materna
Edward St Aubyn
Anagrama, 2008
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